Otro día más…?

6 y 18, una música suave me despierta. Donde estoy? Rápidamente me doy cuenta que la semana estaba arrancando y yo estaba en mi cama escuchando mi despertador…

Otro día de ciudad, otro día de rutina…

Partiendo de un excelente razonamiento que unos amigos míos me explicaron, tengo que arrancar yo de alguna manera diferente para que el día tienda a ser distinto.

Este razonamiento más o menos dice así: arrancando la materia desde su mínima expresión, podemos decir que los átomos de un determinado objeto, vibran en la misma frecuencia, y por eso forman ese objeto. Subiendo un poco en la escala, y tomando al cuerpo humano, decimos que todas las células de un órgano vibran en la misma frecuencia, y cada órgano del cuerpo funciona de la misma forma. A su vez todos los órganos vibran en armonía entre si, dando salud al cuerpo humano.

Ahora bien, si una de las células vibra a una frecuencia diferente, órgano empieza funcionar mal, y deja de estar en armonía con el resto de los órganos, trayendo de esta forma el malestar o la enfermedad.

Si trasladamos esto a nuestra familia, donde cada uno de los integrantes es una célula, y también lo trasladamos a nuestro trabajo, y también lo trasladamos al mundo entero…. probablemente dejemos de pensar que el problema es el otro, para saber que la oportunidad de ser la célula que funciona bien es exclusivamente nuestra.

Con esta filosofía, arranqué esta mañana, y dejó de ser otro día en la ciudad, otro día de rutina…